Embarazo y gatos

Hola de nuevo,

He estado un poco desaparecida pero la verdad es que en el ritmo de vida que llevo (y que no había aflojado aún) la verdad es que pesan las 25+3 semanas de embarazo.

Yo la verdad es que como estoy bien, lo único que tengo es cansancio no me parece ético aprovecharme de mi estado y coger la baja aunque se de quienes estando de menos la han cogido ya “para descansar” cosa que la verdad si estás bien y no tienes riesgo en tu trabajo (incluso hay a quien le cambian de puesto para que no pueda tener riesgo) pues no me parece lógico pero bueno cada una sabrá lo que hace.

Realmente el motivo de mi post de hoy no era para reivindicarme acerca del tema de las bajas ni nada sino de otro tema que me toca mucho más las narices!!

Yo soy una amante de los animales, siempre lo he sido y no concibo no tener un animal al que cuidar, mimar, querer, proteger…

Siempre había sido de perros pero porque no conocía otra cosa, me gustaban todos los animales pero yo estaba acostumbrada a tener perro hasta Agosto 2013 que apareció en nuestra vida nuestra adorada Misato (la de la foto). Una cachorrita de gata negra de apenas 2 meses y 1’2 kilos de peso, que más común no podía ser por ser negra a secas pero es la más guapa del mundo mundial J

Al principio me resistía a adoptarla pero más que nada porque en Noviembre de 2011 perdimos al perro con el que yo me había criado desde los 13 años y lo pasé tan tan mal que se me hacía muy duro tener otro animal, sentía como si fuese una traición contra mi Ricky porque lo sustituía, pero bueno al final entré en razón, no le sustituía y ese gata estaba claro que era para mi.

Pues bien, Misato llegó a mi casa y nos enamoramos los dos de ella enseguida, es buena, simpática, cariñosa, que a ver es un gato y cuando no quiere saber nada de nosotros nos lo hace saber no dejándose ver el pelo pero en general si que nos hace muchos mimos.

Se porta bien, no se ha cargado nada, desde el primer día ha usado su rascador y no el resto de muebles o cortinas, es muy juguetona, nos viene a recibir (si tiene ganas) cuando llegamos a casa…

Pues bien, este mes de Junio pasado cuando me enteré que estaba embarazada ya llegaron los comentarios…¿y ahora que vas a hacer con la gata?? Mi respuesta fue un…¡¡¿¿PERDONA??!! ¿Pues que voy a hacer con la gata? Nada, mi gata seguirá en mi casa conmigo y cuando tenga a mi niña enseñar a una y a otra a quererse mutuamente!!!!

La única precaución que si estoy teniendo es no limpiar su caja de arena, lo hace mi marido, que bueno lo podría hacer yo con guantes y tal pero bueno…

Hasta se lo pregunté a mi ginecóloga y ella que también tiene gato me lo dijo claramente, pues a seguir igual que antes con tu gata! Puedes seguir achuchándola, jugando con ella…solo no toques su caja de arena y listos.

Pues hay quien no piensa así, que a ver que me da exactamente igual y cuando me dicen algo contesto lo que me da la gana y me quedo súper tranquila pero acaba tocando la moral, que para nosotros nuestra gata es una más de nuestra familia, por favor si el día que la esterilizaban me cogí fiesta en el trabajo!!! Y porque no me dieron el día por operación de familiar que sino…jajajaja

En fin que hay quien dicen gustarle los animales y es una mentira como una casa que se demuestra en estos casos!!!

¿A alguna de vosotras le ha pasado lo mismo?